Es natural que los códigos QR sigan avanzando en las ventas al por menor, pero hay algo más que códigos en anuncios comerciales para atraer clientes a las tiendas; ahora hay servicios de envío de productos que usan códigos QR. No son códigos adjuntos a la ropa que informan sobre las fibras y la historia de los jeans. Este uso de los códigos crean una experiencia de compra única.
Basado en la premisa que los hombres odian comprar ropa, una tienda de prendas en Seattle, Hointer, ha hecho que la compra, al menos de jeans, sea un poco más fácil y rápida. Bien explicado en el video que sigue a continuación, el esfuerzo de sortear entre una pila de jeans, buscando el estilo deseado y después encontrar el talle justo vuelve violentos a los hombres. Si bien casi nunca pasa, es frustrante.
Con mostrar un ejemplo de estilo (corte de bota, pierna recta, rasgado, flaco, etc.) un comprador puede elegir color y talle via un el escaneo de un código QR, y ser dirigido a un punto de entrega en la tienda (el probador, en este caso) donde los jeans serán entregados para que el comprador se los pueda probar.
Mire el video para ver cómo funciona…
Claro que esto lleva a más preguntas que el video no contesta:
- ¿Quién exactamente encuentra los jeans correctos y los deja en el probador?
- ¿Cómo los jeans se doblan nuevamente y se guardan?
- ¿Hay una docena de Oompa-Loomas encerrados en el deposito de atrás, moviendo los jeans de un lugar a otro para los perezosos hombres compradores?
- ¿Por qué siempre suceden cosas raras en Seattle?
- ¿Podría funcionar esto en grandes tiendas comerciales?
Solo el tiempo dirá, pero si no funciona y la anarquía reina, tenga en mente una cosa: no fue la culpa del código QR. ¡Fueron los malvados errores de lo seres humanos!
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